jueves, 28 de mayo de 2009

Querida Angie

Durante toda su vida Angie había permanecido bajo una constante opresión, tanto por parte de su familia como de la gente de su entorno.
Sus padres, católicos acérrimos, le educaron de manera muy adecuada, le enseñaron la maravillosa fe cristiana y a tener siempre una amplia sonrisa, aunque no se sintiera feliz.
Pero había algo que sus progenitores, Roger y Dona, nunca consiguieron comprender.
Angie por supuesto, era un precioso varón, del que su padre se sintió muy orgulloso cuando este vino al mundo, más tarde se llevó una gran decepción.
Angie no era como los demás niños, no le gustaba jugar a fútbol ni tampoco se maravillaba con la gran cantidad de action mans que le regalaban por navidad.
A ella, porque creo que por respeto a Angie debería dirigirme a su persona como mujer, lo que le entusiasmaba, era fabricar vestidos para sus muñecas y saltar a la comba, con las otras chicas.
Roger, cuando veía esto, no podía soportarlo, en su perfecta mente cuadriculada, no entraba que su querido hijo, actuara de esa manera, así que optaron por llevarlo al párroco del barrio.
Desde su infancia hasta que cumplió los 14 años, aquel cura estuvo machacándola con el fin de que aceptara lo que era, un hombre.
Un poco confusa Angie, entró en el instituto, seguía gustándole todo lo relacionado con el mundo femenino, pero quería mucho a su familia y no pretendía defraudarlos, así que fingió ser un adolescente mas, con exceso de testosterona.
Pero esa fachada no duro demasiado, cuando Angie empezó a fijarse en las chicas de su clase, algo volvió a remover su interior, ellas eran perfectas, con sus curvas, su voz, su pelo.
Eso es lo que ella quería, deseaba ser como ellas, una mujer, más allá de lo físico, sentía una gran necesidad de verse en un cuerpo distinto.
Armándose de valor, Angie expuso el tema a sus padres, les comentó que era viable, cambiar su sexo a través de ka cirugía estética. Ellos atónitos, no dejaron ni que acabara de explicarles la situación, entre odio y lágrimas, la echaron de casa, desde entonces Angie no volvió a ser la misma.
Sin embargo no abandonó sus pretensiones y a duras penas, como pudo fue ahorrando dinero, con el fin de hacerse esa operación. Al final a los 23 años de edad, pasó de estar atrapada en el cuerpo de un hombre, a ser una persona nueva, feliz y segura de si misma.
Es curioso, observar como muchas veces la gente, la insultaba por la calle, cuando todavía estaba en el proceso de transición, el odio a lo nuevo, se traducía en gestos agresivos, lanzados desde aquellas mentes rectilíneas incapaces de aceptar la libertad sexual de cada uno.
A Angie sin embargo le daba igual, ahora era libre, porque había roto ese caparazón que la encerraba y se sentía en una nube. Sabía que el camino sería difícil, lleno de prejuicios y puertas cerradas, esperando el momento adecuado para atacarla en todos los sentidos, pero lo conseguiría porque a pesar de la ignorancia de los que la rodeaban y de sus ideas anticuadas e inflexibles, no se rendiría.
Y esto se debe principalmente a una razón, la felicidad no tiene forma ni entiende de cuerpos o sexos y comprendió que para aceptarse a si misma necesitaba mejorarse, para mí sinceramente, siempre fue y será una mujer.
Esta claro que el ser humano es un enigma, pero dado que nuestro grado de ignorancia respecto a nosotros aún es elevado, ninguno tenemos derecho a juzgar a Angie por lo que hizo, porque como ya e dicho antes, la felicidad no tiene fronteras.

2 comentarios:

  1. Eso es lo que necesita el mundo; tolerancia y respecto por todas partes.
    Joe

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  2. ¡Cuánta confusión revela la gente al creer que se es más "macho" atacando al que es diferente! Sexo, género e identidad sexual son tres cosas distintas. Un pene de 20 cms. no te hace más hombre. Escupir por la calle no te hace más macho. Forzarte a que te gusten sexualmente los del sexo contrario no resuelve un problema. La úncia clave es conocerse, aceptarse y amarse como uno es.

    Y a los que desprecian al que tienen al lado por ser distinto, sólo una pregunta: ¿de qué tienes miedo?

    Enhorabuena por tu blog y por lo que en él revelas sobre ti.

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